El Chef de la Casa

Trucos de cocina sin los que no podrás vivir

¿Alguna vez te has preguntado por qué la cebolla nos hace llorar?

La razón es la irritación de las mucosas nasales al inhalar la molécula que se desprende al cortar las capas de la cebolla. Uno de los trucos que se utilizan en muchos hogares, consiste en meter la cebolla en el congelador durante unos minutos o en la nevera durante una hora o más antes de cortarla para que estén muy frías. De esta forma, el gas es menos volátil y normalmente o no se desprende o se desprende mucho menos.

Otro método que podemos utilizar es meter la cebolla en un bol de agua templada durante un rato. O incluso, cortarla sumergida en el agua, de esta forma los gases que nos afectan no saldrían a la superficie.

Hay una manera para preservar el color brillante en tus verduras y es más fácil de lo que te crees.

Cuando se hierven ciertas hortalizas o verduras que contienen clorofila o carotenos, el color natural se desluce. Para evitarlo, es importante no hervirlas en exceso y en el momento de sacarlas del fuego, introducirlas con rapidez en un bol de agua con hielo. De esta manera, los colores naturales serán más intensos y lucirán estupendos en las verduras.

El hecho de que el aceite salte cuando está caliente es debido a que hay agua. El agua no se mezcla con el aceite, por eso cuando hay gotas de agua en medio del aceite y el conjunto supera los 100º C, el agua se convierte en vapor y el aceite salpica.

Para que esto no ocurra, añadimos una pizca de sal o un poco de harina a la sartén cuando el aceite esté caliente para que se absorba la humedad.

Si alguna vez te has quedado sin hielos y no te apetece bajar al supermercado a comprar más, ¡no te pierdas este truco para hacer cubitos de hielo de forma más rápida!

Es tan sencillo como utilizar agua caliente, ya que  el proceso de congelación se produce más rápido con agua caliente que con agua fría.

Separamos las claras de las yemas y las batimos hasta casi su punto de nieve. También podemos añadir un poco de leche al batir los huevos, aproximadamente una cucharada por cada dos huevos.

Con estos sencillos trucos, conseguirás que las tortillas te salgan más jugosas y esponjosas.