Otoño temporada de setas

Estas son algunas de las diferentes variedades de setas comestibles que nos podemos encontrar en otoño en España son:

Variedades:

Amanita cesárea

Es una de las setas más preciadas y su nombre y nombre es debido a que fue la favorita de los emperadores romanos.  Destaca  por su intenso color anaranjado. Esta variedad crece en bosques de caducifolios, encinas, robles o castaños.

El Boletus Edulis

Es uno de los hongos preferidos de los buscadores de setas. Posee un sabor dulce parecido al de la avellana. Es característico por su sombrero color pardo con el borde del sombrero y el pie más blanquecino. Crecen en pinares, castañares, hayedos y robledales.

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Níscalo o robellón

Es una de las setas más populares y demandadas en toda España. Son fácilmente identificables debido a su color anaranjado con zonas rojizas. Se pueden encontrar en pinares.

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Trompetilla amarilla

Se caracterizan por su sombrero pardo y pie amarillo anaranjado. Suelen crecer entre el musgo y en pinares y abetos. Para conservación, es muy común el deshidratarlas.

Rebozuelo

Es un acompañamiento ideal para carnes, con un olor afrutado y sabor suave. Se diferencian por el sombrero de color amarillo con pliegues en lugar de láminas. Se encuentran en bosques de planifolios.

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La Trompeta de la Muerte

A pesar de su nombre, es una seta excelente para su consumo. Posee un sabor muy aromático similar al de la trufa negra. Las podemos encontrar en zonas de musgo de bosques de hayas o robles.

Consejos prácticos

Para la recogida de setas es importante llevarnos una cesta para que puedan transpirar y caigan las esporas y una navaja o cuchillo para poder cortarlas y no arrancarlas de raíz. Así podrán reproducirse.

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Si no estamos acostumbrados a la recolecta de alguna variedad, deberemos consultar un libro especializado o a un experto, para comprobar que son setas comestibles.

Cómo limpiarlas

Para limpiar las setas, deberemos evitar lavarlas con agua, ya que hará que pierdan parte de su sabor, deberemos limpiarlas con un cuchillo raspándolos para eliminar los restos de tierra. Además podemos utilizar un trapo húmedo y un cepillo pequeño si fuese necesario.

Cómo conservarlas

Para poder disfrutar de este alimento todo el año, existen diferentes métodos de conservación. Os damos algunas ideas útiles:

  • Congelación: Podemos congelarlas frescas o bien cocinadas. Si optamos por la segunda opción, podemos saltearlas con aceite, ajo y perejil, y una vez se enfríen, procedemos a congelarlas.
  • Conservación en aceite: escaldamos en agua hirviendo durante 2 minutos aproximadamente y las dejamos enfriar. Las condimentamos, y las introducimos en un tarro lleno de aceite.
  • Deshidratación: se limpian y se extienden en una zona donde no existe la humedad hasta que queden completamente secas.
  • En polvo: después de deshidratarlas, las trituramos y las guardamos en tarros. Perfectas para elaborar cremas, sopas, salsas,…